Cómo usar un reflector en fotografía
Para hacer una buena fotografía debemos tener en cuenta diferentes factores como nuestra intención al disparar, el encuadre, el momento y saber iluminar. Esto último no sólo se refiere a dominar la iluminación de un plató, sino también a saber aprovechar la luz natural complementándola cuando sea necesario. Para esto existen gran variedad de reflectores en el mercado, así que si quieres hacer fotografías con amplias gamas tonales deberás usar un reflector.
Pasos a seguir:
Dirígete a un establecimiento de material de fotografía profesional y pregunta por los distintos tipos de reflectores disponibles.
Verás que hay de distintas formas y tamaños. Los más empleados tienen forma de circunferencia y son plegables y ligeros, así que no tienes excusa para prescindir de ellos.
Este tipo de reflectores es ideal para realizar reportajes de bodas, comuniones y books en el exterior.
Si vas a realizar primeros planos, con un reflector de 50 cm. de diámetro será suficiente. Si de lo contrario necesitas iluminar escenas amplias, compra un reflector lo más grande posible.
Para trabajar en un plató y en general para capturar grandes escenas como rodajes de spots publicitarios, también empleamos planchas de corcho o porexpan gigantes, aunque no resultan cómodas de transportar.
Básicamente la función del reflector es suavizar el contraste provocado por una luz dura como la del sol, y rellenar de luz las zonas en penumbra.
Los reflectores empleados en exteriores suelen ser blancos y translúcidos, de manera que los podemos usar para suavizar o filtrar la luz directa que cae sobre el objeto, aunque normalmente los empleamos para rebotar luz sobre la escena.
Los reflectores también pueden ser negros cuando lo que nos interesa es aportar oscuridad a una parte la escena.
El reflector más común viene con distintos tipos de tela intercambiables, que suelen ser plata, dorado y un combinado de ambos.
El plata te aportará un reflejo más bien neutral tirando a frío, y el dorado inundará la escena de una luz muy cálida. Al resultar esta luz excesivamente cálida, se ha creado un reflector que combina plata y dorado para compensar un poco.
Con el reflector plata o dorado lograrás dar brillos a los ojos y a la piel. Observarás que aportan mucha más luz que el reflector blanco.
A veces es interesante iluminar la escena desde abajo. Si estás haciendo un retrato pídele al modelo que sujete él mismo un reflector a modo de bandeja. De esta forma se iluminará su barbilla y escote. Inclínalo ligeramente hacia uno de los lados.
Busca un asistente. Es complicado dirigir al modelo, disparar y apantallar al mismo tiempo.
Ves moviendo el reflector mientras observas el rostro del retratado y cómo van cambiando sus facciones según la iluminación. Es cuestión de práctica pero verás como es sencillo.
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Consejos
- Si necesitas rebotar mucha luz hacia una zona oscura puedes emplear un espejo.
- También puedes fabricarte un reflector con cualquier superficie blanca o con planchas metálicas color plata y oro.
- Es recomendable utilizar trípode
